Cómo te preparas
Si te van a colocar un balón intragástrico en el estómago, tu equipo médico te dará instrucciones específicas sobre cómo prepararte para el procedimiento. Es posible que
necesites hacer varios análisis de laboratorio y exámenes antes de tu procedimiento.
Es posible que debas restringir lo que comes y bebes, así como los medicamentos que tomas, en el tiempo previo al procedimiento. También es posible que se te requiera
iniciar un programa de actividad física.
Qué esperar
Durante el procedimiento
El procedimiento del balón intragástrico se realiza en la unidad de endoscopia como un procedimiento ambulatorio. Estarás sedado para el procedimiento.
Durante el procedimiento, se pasa un tubo delgado llamado catéter por tu garganta y hacia tu estómago. El balón intragástrico está dentro del catéter. Luego, el médico
avanza un endoscopio, un tubo flexible con una cámara adjunta, por tu garganta y hacia tu estómago. La cámara permite que tu médico vea mientras llena el balón con suero.
El procedimiento dura alrededor de media hora. Por lo general, puedes regresar a casa de 1 a 2 horas después de que termine el procedimiento.
Después del procedimiento
Puedes tomar pequeñas cantidades de líquidos claros aproximadamente seis horas después del procedimiento. La dieta líquida generalmente continúa hasta el comienzo de la
segunda semana, cuando puedes comenzar a comer alimentos blandos. Probablemente podrás empezar a comer alimentos regulares alrededor de tres semanas después de la inserción
del balón intragástrico.
También te reunirás frecuentemente con miembros de tu equipo médico, como tu nutricionista y psicólogo, después de tu procedimiento.
Resultados
Un balón intragástrico puede hacerte sentir lleno más rápido de lo normal al comer, lo que a menudo significa que comerás menos. Una razón podría ser que el balón
intragástrico ralentiza el tiempo que tarda en vaciarse el estómago. Otra razón podría ser que el balón parece cambiar los niveles de hormonas que controlan el apetito.
La cantidad de peso que pierdas también depende de cuánto puedas cambiar tus hábitos de estilo de vida, incluyendo dieta y ejercicio.
Según un resumen de los tratamientos actualmente disponibles, la pérdida de alrededor del 12% al 40% del peso corporal es típica durante los seis meses posteriores.